Autoconsumo fotovoltaico

El uso de las energías renovables para autoabastecerse, y así ahorrar en nuestras facturas energéticas, es una tendencia al alza que, además, cuida del medioambiente. La llegada de los fondos europeos supone una oportunidad sin precedentes para el impulso del autoconsumo fotovoltaico, a nivel empresarial y sobre todo en el mundo residencial. 

El autoconsumo consiste en el uso de la energía generada por una instalación fotovoltaica para el consumo propio y tiene como ventajas principales una mayor autonomía y una reducción de los costes en la factura eléctrica, además de un menor impacto ambiental. Por ejemplo, se estima que el ahorro energético de una instalación de hasta ocho paneles fotovoltaicos en una vivienda unifamiliar de 120 metros cuadrados puede alcanzar el 40%, lo que podría cubrir la inversión necesaria para llevarla a cabo, en un periodo de siete a ocho años. Este plazo se podría reducir en función de las ayudas recibidas y las reducciones en el IBI establecidas por los ayuntamientos, según sea aplicable en cada localidad y/o comunidad.

La escalada en el precio de la electricidad y los incentivos cada vez mayores para la instalación de este tipo de energía están suponiendo un avance exponencial en los sistemas de autoconsumo. Según un estudio de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), este crecimiento es especialmente relevante en el mundo residencial, donde casi se ha doblado el autoconsumo doméstico, pasando a suponer el 32% de la potencia fotovoltaica instalada en 2021 frente al 19% en 2020.

El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia en el estado, destinará 660 millones de euros, ampliables a 1.320 millones de euros, a proyectos de autoconsumo energético, climatización con energías renovables y almacenamiento hasta 2023. Concretamente, 900 millones de euros estarán destinados al autoconsumo; 220 millones de euros al almacenamiento detrás del contador, es decir a aquellos sistemas de almacenamiento de energía asociados a consumidores residenciales, comerciales o industriales; y los 200 millones restantes a climatización y agua caliente con renovables.

Programa de ayudas

El paquete de ayudas, gestionado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) y que, según las previsiones de dicha entidad, reducirá las emisiones de CO2 en más de un millón de toneladas al año, se articulará a través de seis programas de incentivos que, a su vez, determinan quiénes son los posibles destinatarios o beneficiarios de la ayuda: sector residencial, sector público, tercer sector, sector servicios u otros sectores productivos.

Para los programas de incentivos dirigidos a empresas, independientemente de su tamaño, actividad y sector en el que ejercen la actividad económica, las ayudas se calcularán como un porcentaje sobre el total de costes subvencionables. Mientras que los programas de incentivos dirigidos a personas físicas, al sector residencial, las administraciones públicas y las entidades sin ánimo de lucro, se rigen por valores fijos unitarios, o “módulos”, que cubrirán parcialmente los costes subvencionables.

Las ayudas pueden suponer aproximadamente entre el 15 y el 45% del coste del panel en el caso de empresas y de hasta un 40% en autoconsumo particular. Entre otras actuaciones, estas subvenciones cubren la inversión en equipos y materiales, la obra civil, los equipamientos electromecánicos, hidráulicos, de control y auxiliares, los sistemas de gestión y monitorización, y la redacción de proyectos, memorias técnicas y dirección facultativa.

Cómo solicitar las ayudas

Para optar a estas ayudas, financiadas con los fondos procedentes del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, el Gobierno ha establecido una serie de requisitos, condiciones y plazos, recogidos en el Real Decreto 477/2021, de 29 de junio. Estas ayudas serán atendidas por riguroso orden de presentación hasta el agotamiento de los fondos.

Publicación Boletín Oficial CCAA

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